diumenge, 24 de juliol del 2005

La gran impostura. Ningún avión se estrelló en el Pentágono. Thierry Meyssan



Les tesis de l'autor:

  • Los atentados del 11 de septiembre fueron provocados por el lobby de los fabricantes de armamento norteamericanos a fin de desencadenar una nueva guerra.
  • El financiero Bin Laden continúa siendo un agente de la CIA, es decir, nunca ha dejado de serlo y para corroborarlo ofrece una información insólita. Entre el 4 y el 14 de julio del año pasado (es decir, menos de dos meses antes del atentado de las Torres Gemelas) Bin Laden se curó de una grave enfermedad en el hospital norteamericano de Dubai (pág. 117), donde presuntamente recibió la visita del responsable local de la CIA, según Le Figaró. La "legión árabe" de Al Quaeda actuó en Chechenia hasta noviembre del 2001 y apenas dos años antes ayudó a los kosovares contra el gobierno de Belgrado, siempre, según el autor, siguiendo consignas de la CIA. La familia de Bin Laden mantiene negocios (en los que este participa indirectamente) con numerosas empresas norteamericanas, incluidas algunas participadas por la familia Bush...(pág 120).
  • En cuanto a las incongruencias, estas comienzan por el ataque contra el Pentágono. Dice que ningún aparato volante puede acercarse a esta instalación militar sino emite una determinada clave, pues los sistemas de defensa son precisos y efectivos, así que los conspiradores debían conocer estas claves de acceso. Demuestra que lo que impactó contra el Pentágono no era un avión y menos uno de pasajeros. En las fotos tomadas pocos minutos después del choque, no se ven los restos de ningún avión y demuestra que la anchura de las alas debiera haber dejado huellas en la fachada, que no existen. Mantiene que se trató de un missil norteamericano tipo AGM, cuya carga y alcance coincide con el impacto apreciable en las fotos... (pág. 32).
  • En cuanto a las torres gemelas habla de numerosas operaciones llevadas a cabo por "iniciados" (nada que ver con la mística, debe ser argot bursátil) como si supieran lo que iba a pasar, también dice que una alarma advirtió a muchos oficinistas dos horas antes, de lo contrario la mortandad hubiera sido al menos diez veces mayor. Debido a estas operaciones irregulares de última hora algunas empresas reciben grandes ganancias, entre otras el grupo Carlyle en el que participan por un lado la familia Bin Laden y por otro George Bush (padre). (Pág. 124). Recoge testimonios de pilotos que demuestran que ni el más experto puede manejar un avión tan grande a tan baja altura y acertar en un blanco tan (relativamente) pequeño como eran las torres. El único modo de conseguirlo es dirigiendo el piloto automático del avión mediante una baliza electrónica. Hay constancia de que al menos dos balizas emitieron desde pocos minutos antes de acercarse los aviones desde los pisos donde se recibió el impacto. El choque de los aviones no permite explicar la caída de un tercer edificio, la Torre 7. La hipótesis de una desestabilización de los cimientos fue descartada por la Sociedad Norteamericana de Ingenieros Civiles: en efecto, la Torre 7 no se inclinó, sino que se desmoronó sobre sí misma. La pregunta ya no es '¿fue dinamitada?', sino '¿qué otra hipótesis puede formularse?'. Aquí es donde interviene una exclusiva del New York Times. El World Trade Center, que se creía era un blanco civil, escondía un blanco militar secreto. Quizá miles de personas perecieron porque servían, sin saberlo, de escudos humanos. La Torre 7 -aunque quizá también otros edificios y los sótanos- escondía una base de la CIA. En los años cincuenta, cuando era una simple oficina de espionaje de las delegaciones extranjeras en la ONU. Esta base, con Bill Clinton, había extendido ilegalmente sus actividades al espionaje económico de Manhattan. Los principales recursos del aparato de información norteamericano habían sido desplazados del espionaje antisoviético a la guerra económica. La base de la CIA en Nueva York se había convertido en el centro mundial de la inteligencia económica más importante." (pp. 41-42). Recapitulemos nuestra información: los terroristas disponían del apoyo logístico de equipos en tierra. Activaron una o dos balizas, previnieron a los ocupantes de las torres para limitar la catástrofe humana y dinamitaron tres edificios. Todo bajo la mirada de unos servicios de información tan atentos como pasivos.

¿Una operación así pudo ser concebida y dirigida desde una cueva en Afganistán y realizada por un puñado de fundamentalistas islámicos?" (p. 45)


  • Opina también que el tiempo muerto de Bush, durante el cual fue literalmente secuestrado por los servicios de seguridad fue motivado por la constatación de que los conspiradores conocían las claves secretas y que el presidente era vulnerable. Su aparición posterior ante los medios, ya con un proyecto claro de represalias contra los "terroristas" acaece después de haber negociado con el misterioso "lobby" militarista... (pág. 54).

¡Más ridículo aún! ¡El FBI afirma haber descubierto el pasaporte intacto de Mohamed Atta entre las humeantes ruinas del World Trade Center! Se trata de un verdadero milagro: todavía nos preguntamos como ese documento pudo 'sobrevivir' a tales peripecias..." (pp. 59-60)



Més informació aquí


Fotografía de Tom Horan. 11 Septembre. El supuesto Boeing 757-200 se ha estrellado hace unos momentos contra la fachada del Pentágono, la cual está prácticamente intacta. Un incendio comienza al interior. En la foto lo bomberos y socorristas todavía no se han desplazado en la zona del siniestro. El jardín no ha sido dañado y los restos del avión no son visibles por ningún lado. Según la versión oficial, el supuesto avión se ha desintegrado al interior.